Master Chef 5

La edición de este año de 'MasterChef' está siendo sin duda la más polémica que se recuerda. No hay domingo que el programa no despierte la ira de los telespectadores con sus más que injustas expulsiones. Anoche volvió a ocurrir con Odhkuu.

El concursante mongol no entendió la receta (por un problema de idioma) y fue incapaz de realizar la modernísima mazorca de maíz multiesférica. "Odhkuu nunca te he visto tan perdido en la cocina. Tu plato estéticamente estaba bien, pero nos ha fallado el sabor", le explicó Pepe segundos antes de decirle que él era el expulsado. ¿Pero cómo no iba a estar perdido si no entendía ni papa de la receta?

Eso sí, Silene, cuyo plato sólo tenía bien hecha la mazorca, volvió otra vez a salvarse sin contemplaciones, y ya van unas cuantas, pese a que la concursante brasileña ha dado muestras sobradas de que no está ni mucho menos a buen nivel. Pero da igual, Silene siempre se salva y yo sigo sin entenderlo.





Odhkuu dio las gracias a todos, por todo y también se las dio a sí mismo, claro que sí. Odhkuu ha sido uno de los concursantes con mayores capacidades en la cocina y lo ha demostrado prácticamente en cada programa.

Su trayectoria ha ido de menos a más, algo que no pueden decir otros que ahí siguen contra viento y marea. No me extraña el cabreo monumental de los espectadores.

Lo de Odhkuu ha sido la gota que ha colmado el vaso de una edición donde se está haciendo muy complicado entender a los miembros del jurado. Las polémicas les están persiguiendo, y muy de cerca.



Empezaron con la expulsión de Elena tras una prueba eliminatoria en la que Miri tuvo que pedir más huevos. Insisto en que en esa prueba no había límite de ingredientes. A Miri se le dieron más huevos, pero a Elena se le dio más fondant. El problema no fueron esos huevos, el problema fue que entre Miri y Elena, sin lugar a dudas, por esfuerzo, trabajo y platos, la sevillana estaba muy por encima de la bloguera barcelonesa.

Pero claro este año 'MasterChef' no es sólo comida. Este año 'MasterChef' también es el 'Masterchef' de la tensión sexual no resuelta (Miri & Jorge), de la cocinera que ya estuvo anteriormente, aunque fuera de comensal, del concursante que trabaja en uno de los restaurantes de moda... Vamos, que esta vez no todo se cuece en los fogones. Tristísimo.



Tras la expulsión de Elena, a la que más tarde recuperaron, llegó la expulsión de Laila por haberse olvidado el ingrediente principal de la prueba de eliminación: la maldita calabaza. Efectivamente, fue un fallo garrafal, pero el jurado es el primer en no cansarse de repetir que se valora la trayectoria en el programa, y si alguien ha tenido más trayectoria que cualquier otro esa ha sido Laila.

Cierto que sus traumas con todo lo que fuera a presión ya empezaban a cansar, pero luchó contra ellos y los superó todos simplemente por su amor a la cocina. Además, era una gran organizadora, una líder innata, una cocinera que empezó flojo, pero que cuando fue expulsado estaba a años luz de muchos de sus compañeros. Pero, también acabó en la calle y también se salvó a Silene. Es como un revival.

Por no hablar de como levantan la mano con determinados aspirantes. No importa si contestan mal, si cocinan mal, si no superan las pruebas por equipos, si no paran de quejarse... Ahí siguen como lapas a la roca. Y mientras los que sí que merecen estar ya están fuera. Muy injusto.

No quiero hablar de tongo porque quiero conceder el beneficio de la duda a un programa que me parecía real, pero lo que llevo viendo estas últimas semanas me hace decantarme por el engaño y el amaño. Si a esto le sumas que las valoraciones del jurado para echar a unos y no a otros se cogen con papel de fumar, apaga y vámonos.

De momento, la jugada a RTVE le está saliendo bien. Tal es la polémica que genera cada semana que está consiguiendo unos índices de audiencia espectaculares. ¿Pan para hoy y hambre para mañana? La credibilidad y buena opinión ganadas se puede perder en cuestión de segundos, y vosotros, que al final sois los dueños y señores del mando, cada domingo parecéis más cansados de polémicas, tongos y fraudes.